Diana Trujillo Pomerantz: de Colombia a Marte

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Ilustración por Karina Caro G.

Sin lugar a dudas las mujeres hemos tenido que realizar una lucha permanente a lo largo de la historia para lograr ser participantes activas dentro de la sociedad.  Hemos luchado para ser escuchadas y miradas, para alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades, y para que no se nos cierre ningún espacio, ni se espere que cumplamos ciertos estereotipos sólo por ser mujeres.

El mundo necesita la ciencia, y la ciencia necesita de las mujeres. No obstante, la brecha de género en el ámbito de la ciencia y la tecnología sigue siendo un obstáculo para nosotras. Sólo el 33 % de quienes investigan son mujeres, a pesar del hecho de que representamos el 45 % y el 55 % del conjunto de estudiantes en las carreras de grado y posgrado

En el ámbito de la migración también hay datos interesantes en relación a la mujer. En el mundo, la migración femenina representa el 49% de la cifra total, sin embargo, en América Latina esta cifra alcanza el 50,1%, migrando más mujeres que hombres. Y aunque ya hemos igualado e incluso superado en número a los hombres migrantes, los efectos y desafíos entre ambos grupos son muy diversos. Uno a destacar es el difícil acceso al mundo laboral en el nuevo país para las mujeres, quienes la mayoría de las veces obtienen trabajos que están por debajo de su nivel de calificación, en condiciones precarias y en donde no se respetan sus derechos laborales.

A pesar de que estas cifras  resultan un tanto desalentadoras, quiero visibilizar la historia de una mujer que hasta hace algunos días desconocía y que hoy me llena de orgullo y de esperanzas de un futuro distinto y mejor para nosotras.

Diana Trujillo Pomerantz nació en 1980, en la ciudad de Cali, Colombia. A los 17 años decidió emigrar a los Estados Unidos para estudiar inglés y buscar oportunidades académicas que la acercaran a sus intereses en el campo aeroespacial. Llegó a la ciudad de Miami sin mucho dinero y con pocos conocimientos del idioma. Durante sus primeros años en los Estados Unidos, trabajó en diferentes empleos, muchos de ellos relacionados con actividades de limpieza doméstica en horas de la noche para lograr dedicar el resto del día a las actividades de formación. 

Estoy aquí para recordarles que nosotras las mujeres valemos, que no es que yo sea especial por ser capaz de salir de casa o de sobrevivir a la violencia machista, es porque traté de redirigir mi vida. Así que estoy aquí para recordarles, para inspirarlas, y para decirles que podemos hacer que funcione, yo no soy especial, todas podemos hacerlo juntas.

Estudió Ciencias Espaciales en la escuela comunitaria de Miami. Su alto desempeño y excelentes calificaciones le permitieron obtener una beca para estudiar Mecánica Aeroespacial y Biomecánica en la Universidad de Florida, para posteriormente complementar sus estudios en ingeniería aeroespacial con el programa de Systems Engineering de la Universidad de Maryland.  En el 2006, resultó seleccionada para una pasantía en la Academia de la NASA convirtiéndose en la primera inmigrante hispanoamericana en ese programa.

Desde el año 2008, trabaja en el Laboratorio de Propulsión a chorro de la NASA y desde allí ha contribuido a las misiones espaciales robóticas y humanas. Fue la líder de la misión “Curiosity”, estuvo a cargo del equipo de ingenieros que desarrolló el brazo robótico del “Perseverance” y recientemente fue nombrada directora de vuelo de la misión “Mars 2020”. Tras estas experiencias, las expectativas de Diana son las de poder demostrar que hubo vida en Marte, y todo esto formará parte   de la antesala a una futura misión tripulada por humanos a Marte

El 18 de febrero de 2021 el robot Perseverance aterrizó en Marte, y por primera vez la NASA transmitió en español la llegada de una nave a otro planeta. ¿Y quién fue la encargada de hacerlo realidad? Diana Trujillo. Ella hace hincapié en que este hecho puede ayudar a que muchas niñas y niños de América Latina, se acerquen y enamoren de la ciencia.

Sin duda, Diana es consciente de las barreras existentes por ser mujer, migrante e hispanohablante y ha decidido dejar huellas y abrir caminos para las generaciones venideras.  En su discurso en la “MAKERS Conference” de 2019, decía: «Estoy aquí para recordarles que nosotras las mujeres valemos, que no es que yo sea especial por ser capaz de salir de casa o de sobrevivir a la violencia machista, es porque traté de redirigir mi vida. Así que estoy aquí para recordarles, para inspirarlas, y para decirles que podemos hacer que funcione, yo no soy especial, todas podemos hacerlo juntas”

A veces las decisiones personales no están influenciadas solamente por nuestros deseos, sino por el contexto, la historia o la sociedad donde vivimos, y de allí los distintos desafíos que tenemos las mujeres, y las distintas maneras que tenemos tanto individual como colectivamente para superarnos, conociéndonos y descubriendo oportunidades y opciones como mujeres inmigrantes. Diana Trujillo se ha convertido en una referente para todas las mujeres y niñas en Latinoamérica y en el mundo. Si ella pudo, ¡TODAS JUNTAS PODEMOS!

1 Comentario. Dejar nuevo

  • Hola Elaine,
    Muchas gracias por tu comentario, nos encanta transmitir el mensaje de optimismo de Diana Trujillo Pomerantz. Felices de aportar a tu vida un lindo contenido. Todos los lunes publicamos contenido nuevo, así que quédate atenta. ¡Muchas gracias por leernos! ¡Y te decimos hasta pronto!

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